A menudo no sabemos cómo conseguir que nuestras hijas e hijos nos hagan caso a la primera. Estas sugerencias te van a ser muy útiles si las aplicas de forma constante:
1.
Normas, solo las importantes.
Antes de poner una norma a tu hija o hijo, pregúntate: ¿es realmente importante? Si lo no es, elimínala.
Otro ejemplo, en lugar de "no me hables mal", lo suyo es decir "nos hablamos con respeto". Damos ejemplo de ello.
Recuerda, no buscamos vengarnos, sino que nuestra acción ayude a nuestros hijos e hijas.
4.
Cuando recogemos los frutos de nuestros actos, comprendemos que somos responsables de nuestra vida y de lo que hacemos... ¡especialmente si los adultos aplican las consecuencias desde la calma, no como una venganza!
Si se lo repites veinte veces o se la pones tú en la lavadora no aprende
- Pocas normas
- En positivo.
- Sin venganzas
- Sin repetir las cosas
- Con consecuencias
que te serán muy útiles.
Échales un ojo..